
En una entrevista con GPOne.com, Romano Fenati hace un balance de su temporada, su salto a Moto2 desde lo ocurrido en 2017 con Manzi, la edad mínima del Mundial y valora cómo ha sido trabajar con dos grandes del motociclismo como Rossi y Biaggi en sus respectivos equipos.
Después de cuatro años, Romano Fenati vuelve a dar el salto a Moto2. Todos recordamos lo sucedido entonces, un encontronazo con Manzi que le hizo estar fuera del Mundial durante un tiempo, regresando a Moto3 como una nueva etapa en su vida. Desde entonces, se ha esforzado por conseguir su primera corona en la categoría pequeña, pero nunca se ha dado la oportunidad. Este año tampoco lo podrá conseguir: las opciones se reducen ya a solos dos nombres, Pedro Acosta y Dennis Foggia, que se medirán en duelo en las próximas dos citas que cierran la temporada. Además, en esta charla con GPOne.com, el italiano habla de cómo ha sido trabajar con Rossi y Biaggi en su paso por sus equipos.
Balance del año: «En mi opinión ha ido muy, muy bien. El año pasado no empecé siendo competitivo, en este he ganado una carrera, de momento, y he subido al podio cuatro veces. En 2020, a partir de la mitad de la temporada, encontré el equilibrio adecuado, pero me faltó un poco de velocidad, a diferencia de este año. Trabajamos, en mi opinión menos, y fueron dos años en los que aprendí mucho».
Se fue al suelo en la primera carrera de Misano y dijo adiós a sus opciones al Mundial: «Sí. La mala suerte empezó en Aragón, cuando Rodrigo se cayó delante de mí y toqué la valla aérea para evitarlo. Pude recuperarme del último al 12º, perdí algunos puntos, pero no había cambiado mucho porque sólo Foggia había tomado puntos. Me estrellé en Misano y ahí empezaron los problemas y el campeonato quedó fuera de mi alcance. Me equivoqué en el peor momento, pero estas cosas pasan. Como en Bagnaia el domingo. Hay quien dice que debería haber apretado menos, pero si lo hubiera hecho se habría estrellado igualmente porque el nivel de concentración baja. Las carreras en solitario son difíciles porque tienes que gestionarte a ti mismo».
Vuelve a Moto2 tras su encontronazo con Manzi en 2017: «Es lo que les pasa a todos los pilotos: ahora estoy deseando que lleguen las dos últimas carreras para tumbarme en la cama y no hacer nada. Pero ya sé que después de tres días tendré ganas de volver a montar. Me lo perdí».
Pilotar en los equipos de Rossi y Biaggi: «Al conocerlos de cerca, descubrí que son básicamente dos personas opuestas en cuanto a su carácter, pero en el fondo son iguales. Ambos llevan la competencia en la sangre y, aunque son diferentes, el resultado es el mismo. Tienen el mismo espíritu, quieren imponerse competitivamente a todo y a todos. Incluso ahora, Max cuando va a montar de nuevo y si encuentra algo que le quita una décima lo hace, Valentino lo mismo. Siempre buscan mejorar».
Mucho que aprender de ellos: «Hay actitudes que puedes percibir y asimilar, como la forma en que se preparan para una carrera. Han ganado mucho, hay que escucharles y luego adaptar sus consejos a tus propias necesidades. Ambos tienen una ventaja».
Pilotó un motor Honda y ahora se encuentra con la Triumph: «Será como empezar de cero, por lo que me han dicho los neumáticos han cambiado y ahora hay electrónica, que te permite trabajar en los mapas, el freno motor, la potencia. Hay muchas más cosas en comparación con Moto3, empezando por la elección de los neumáticos. Es un poco más parecido a MotoGP».
¿Decepcionado por ver a sus rivales llegar a MotoGP y él no?: «En absoluto, de hecho me alegro por ellos, especialmente por Pecco, que va muy bien. No hay nada de qué quejarse, se cayó en Misano y no creo que fuera un problema con los neumáticos o la moto. He oído todo tipo de cosas, incluso que el GPS no funcionaba, tal vez no estaba recibiendo 5G en esa esquina (risas). Les animo, me encantaron los dos podios de Bastianini. Obviamente me gustaría estar con ellos, pero no me importa y no es un problema para mí».
Paso a MotoGP muy rápido: «Es un equipo caliente del que todo el mundo habla. Como ya he dicho en el pasado, no hay nada bueno ni nada malo. Si nos fijamos en Pedro, es un piloto muy bueno, pero en la última parte del campeonato está cojeando y se adapta. No encaja que en los campeonatos nacionales o de iniciación haya menos carreras, una temporada de Campeonato del Mundo también es más dura desde el punto de vista físico porque no estás acostumbrado. No soporto a nadie que diga que es el mejor piloto, de momento lo es Foggia, ni a nadie que diga que ha sido un bluff. Existe esa prisa por bajar la edad media de MotoGP, los pilotos jóvenes están más preparados físicamente pero sin experiencia te puedes hacer daño con motos más pesadas y potentes».
Edad mínima para el Mundial: «Es una regla correcta, no permitiría excepciones. Cuando tenía 16 años todavía contaba con un ábaco (risas), en el sentido de que a esa edad no entiendes mucho y tienes que compararte con los adultos, también hay lobos en el potrero. Necesitas un padre que haga de filtro, es mejor entrar a los 18 años, tanto por seguridad, porque razonas un poco más, como porque puedes relacionarte mejor con la gente. Son un poco más maduros, pueden ganar experiencia en las ligas menores para llegar más formados al Campeonato del Mundo».
¿Ya te SUSCRIBISTE GRATIS a Motosan.es en la campana? Pues ahora deja TU OPINIÓN debajo en los comentarios