
Loris Capirossi recuerda en Motosprint toda su trayectoria vivida en 250cc. Habla de sus rivales, sus campeonatos y del valor que le tiene a esa época dorada del motociclismo italiano.
Loris Capirossi es el tercer piloto de la historia del Mundial de MotoGP con más carreras. Muchas de ellas fueron en 250cc. En dicha categoría, el italiano cosechó su último título (antes había conseguido dos en 125cc, en 1990 y 1991). Recordar toda esa época es, para Capirossi, muy especial. «Las motos eran fantásticas: tan ágiles como bicicletas pequeñas pero con 100 caballos de fuerza. Iban muy rápido, especialmente en 1993, cuando me cambié a Honda. En el 1997, cuando volví a 250cc tras dos años en 500cc, rodaba en 1’52, 1’53 en Mugello… tiempos espantosos». «Todavía guardo cuatro 250cc. De vez en cuando las pongo en marcha y disfruto como un niño», añade.
Toda es época, en 250cc, los italianos eran los pilotos a batir. No solo estaba Capirossi, sino otros como Max Biaggi. Antes de hablar más en profundidad sobre sus rivales, Capirossi recuerda cómo era esa categoría plagada de compatriotas suyos: «Es difícil de decir. Quizás porque los equipos más importantes de las 500cc eran estadounidenses, estaba Giacomo Agostini que tenía un gran equipo, pero con pilotos estadounidenses. No se centraron tanto en los italianos. En 250cc, en cambio, había muchos equipos italianos fuertes». «A finales de los noventa también llegó Valentino Rossi y enseguida supimos que era puro talento», añade Capirossi sobre el reciente retirado Rossi.

El recuerdo de un Campeonato muy satisfactorio
Capirossi reconoce que el rival más fuerte que tuvo en dicha categoría fue Doriano Romboni: «Es contra quien más eleé más y con quien más me divertí. Cuando llegué a la categoría, él estaba en su segundo año. Él fue mi punto de referencia y siempre lo ha sido para todos. Luego vino también Max Biaggi, un grande, que ganó mucho en 250cc. Cuando hay que pelear con pilotos de ese calibre siempre es agradable». «Biaggi y yo somos amigos. Durante muchos años hemos sido casi vecinos. Ahora él tiene un equipo en el Campeonato del Mundo y yo estoy en la organización», apunta sobre su relación con Max.
Por último, explica qué diferencias ve entre las categorías actuales y las de antaño. «Ahora, con MotoGP y Moto2 cualquiera puede salir a la pista y divertirse. En mi momento, si no eras un profesional, era imposible pilotar la 500cc, e incluso subir a la 250cc era difícil. En ese momento, si fallaba una marcha, perdía de tres a cuatro segundos. Ahora, al ser motos de cuatro tiempos, la cosa cambia mucho». «El mío fue un título muy comentado: han pasado 23 años y todavía se habla de ese adelantamiento o accidente, pero creo que un título no se gana en una carrera, se gana en todo un campeonato. Fue una temporada difícil porque no estábamos peleando en igualdad de condiciones, por lo que fue una gran satisfacción«, finaliza.
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