
Fermín Aldeguer, nacido en 5 de abril de 2005 en La Ñora, Region de Murcia en España, es a sus 20 años el piloto más joven de MotoGP. Fichado por Ducati cuando todavía militaba en Moto2, Fermín no está decepcionando en su estreno en MotoGP a los que apostaron por él. Hablamos con él en el pasado GP de Qatar…
Manuel Pecino, Motosan. Para alguien que va normalmente en moto entienda lo que es pilotar una MotoGP, ¿se puede podría comparar las sensaciones con las que se tiene, por ejemplo, en una montaña rusa muy bestia.
Fermín Aldeguer. Sí, se podría comprar un poco…al principio. Porque esa sensación de cosquilleo en el estómago cuando pilotas una MotoGP desaparece muy pronto. Yo diría que lo sientes la primera vez; la segunda ya no. Es más, hay cosas tontas que pueda hacer en el día a día que me pueden generar esa sensación, pero no pilotar mi MotoGP. Los pilotos no vemos que estemos haciendo nada especialmente ‘adrenalínico’…
M. Y esa primera vez, ¿cómo es?
FA. La primera vez fue alucinante… La aceleración… La frenada, sobre todo… Todo pasa muy rápido… Te cuesta entender lo que está pasando… Es heavy, es heavy.
M. ¿Y cómo es la vida a 360 km/h?
FA. Al principio tienes la sensación que el circuito se va cerrando delante de ti y las frenadas vienen hacia ti, en vez de tú hacia ellas. Pero te repito lo de antes, yo ya he perdido esa sensación de túnel que tienes al principio, la mente se adapta a lo que estás haciendo.
Pero para que la gente lo entienda, en ningún momento tienes la sensación de peligro porque los circuitos son generalmente anchos; no es como ir por la carretera. En carretera ves el peligro, ves los guardarraíles, la carretera se te empieza a estrechar… Aquí todo es más abierto y diría que más limpio y no tienes sensación de ir rápido.
Más que la velocidad, a mí lo que más me ha impactado de la MotoGP es la aceleración y lo corta que se hacen las rectas, especialmente las cortas. Cuando tienes rectas como la de Argentinas, no tienes problemas. De hecho, al final ya me decía a mí mismo que necesitaba más potencia para ir más rápido.
M. ¿Lo mismo te pasaría en la súper recta de Austin, no?
FA. Lo que pasa en Austin es que tienes que ir más pendiente porque con los baches la moto se va moviendo y tienes que estar pendiente de cómo llegas a la frenada del fondo; es diferente… ¡Ya veremos cuando llegue Mugello!… ¡Ahí sí que…! Me acuerdo cómo en 2021, fui a Mugello y cogí allí por primera vez una 1.000… Llegué al cambio de rasante a 300 km/h y la moto se me levantó de delante y uf… Le cogí miedo las primeras veces, así que vamos a ver con la MotoGP.
M. Otra cosa que quiero entender: las frenadas. ¿Qué parte del cuerpo es más castigada: los brazos, los hombros, las piernas…?
FA. Cuando lo haces inconscientemente, yo diría que son los tríceps, los hombros, el cuello y lo que es la parte lumbar. Pero en carreras como Austin, podemos ver que las curvas a izquierdas los pilotos se apoyan más con la parte del abductor, también llevamos unos salientes en el depósito para apoyarnos y que resulta más fácil. Es algo que con la práctica, con el tiempo, lo vas cogiendo. Yo, por ejemplo, en Austin, en las últimas vueltas cuando ya notaba el cansancio en los brazos me ayudaba en las frenadas con la piernas y di un buen paso adelante. Vuelta a vuelta me iba cansando menos porque iba alternando entre piernas, brazos y eso me ayudó a poder ser rápido en las últimas vueltas de la carrera.
M. Qué curioso, ¿así que ahí estuvo la explicación a tu súper final de carrera en Austin?
FA. Te diría que gran parte, sí. Mira que parece una tontería, pero cuando estás cansado de brazos parece que no, pero vas haciendo pequeños movimientos, y eso la moto lo siente. Si te apoyas con las piernas, al final creas una moto más estable y todo sucede de una manera más ordenada en las frenada… La verdad es que ayuda.
M. Eso se llama evolucionar con la experiencia.
FA. Totalmente, hay que seguir dando vueltas y fijarse en los grandes, cómo lo hacen, qué han cambiado en el pilotaje de una año a otro y ahí se hace una gran diferencia.
M. Entiendo entonces que en Moto2 no se usan las piernas en las frenadas.
FA. No tanto, porque al final la velocidad a la que llegas es menor, la fuera en la frenada es menor. Es verdad que se frena más tarde, pero la inercia no es la misma, la diferencia en cómo se usan los frenos de carbono y los de acero, y luego ergonómicamente en las Moto2 no tiene los salientes en los depósitos para apoyarte en las frenadas.
M. Has mencionado antes que pilotar una MotoGP también castiga las lumbares, ¿por qué?
FA. Yo creo que se carga por el isométrico, de estar ahí cargando la fuerza, y yo creo que se cansa mucho también en los cambios de dirección. Al final estás trabajando todo el rato con las piernas y las piernas te llevan a la cadera y la cadera al lumbar. Y ahí en los cambios de dirección es cuando más se nota.
M. Hablemos del funcionamiento de un box de MotoGP. ¿Es muy diferente el trabajo que se hace en un garaje de MotoGP al que se hace en uno de Moto2?
FA. Lo primero es que hay más gente trabajando… Nosotros no somos un equipo de fábrica que tiene a todos los ingenieros detrás de ti. Sí están ahí, pero tú no vas a ellos a comentarles. Al menos yo, que soy un rookie, que soy nuevo. Tenemos a los dos ingenieros de Ducati con nosotros para controlar que todas las motos están bien, pero yo no hablo con ellos. Ellos son los que hablan con mi parte técnica, que son el electrónico y el técnico… Es como si fuese un técnico y telemétrico de Moto2, pero a lo grande. Donde realmente está la diferencia está en pedir rápidamente, entrar en el box y decir… “Me falta control de tracción en esta curva… Necesito más freno motor en aquella otra…” y cosas de este tipo.
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