El ganador de ayer, Alex Márquez, contaba sus sensaciones increíbles tras celebrar con la afición.
Ayer fue el gran día de Alex Márquez, que conseguía su primera victoria en MotoGP. Poco a poco el piloto de Gresini ha ido construyendo un templo de arena, grano a grano, hasta que ayer en Jerez por fin pudo cumplir ese sueño. Lo celebró como el que más con la afición, también en el podio, pero luego declaraba a los medios cómo se sentía. Nuestra compañera Alba Casares nos trasladaba sus palabras.
Márquez define como ‘locura’ lo que vivió ayer. «La mejor manera de hablar es en pista. En eso estoy muy tranquilo conmigo mismo y luego ha sido impresionante. Es el mejor regalo de cumpleaños que podía tener. Conseguir esta victoria delante de toda la afición ha sido una locura, me hubiera quedado ahí diez minutos más, no se podía. Es algo que es indescriptible, que a día de ahora en este momento no te puedo decir qué sentí en ese momento».
«Darle así la vuelta y sobre todo la actitud que hemos tenido no sólo yo sino todo el equipo es lo que marca»
Alex está en una nube antes de volver a la realidad. «Aún estoy como aterrizando y es el sueño cumplido de creo que todo piloto español, ganar su primera carrera en MotoGP en Jerez. Así que lo he podido cumplir y es algo más maravilloso. A seguir disfrutando, el equipo se lo merece. Creo que hemos hecho un trabajo increíble en este inicio de temporada y ahora a aterrizar de esta victoria y tenemos dos semanas de más y test, así que tampoco se puede celebrar mucho».
La actitud tanto de Alex Márquez como de Gresini es clave. «Ha sido un ‘click’ para mí, ha sido una activación, ha sido de ‘hoy es tu día, hoy no puedes fallar’ como fallé en Austin cuando se cayó que Pecco fue más rápido que nosotros y no estuve muy convencido. Sabía que tenía una oportunidad muy buena. La he sabido aprovechar al máximo así que contento también después de como ha ido el fin de semana, que no ha sido fácil después de las caídas del viernes. Darle así la vuelta y sobre todo la actitud que hemos tenido no sólo yo sino todo el equipo es lo que marca y lo que te hace más fuerte cada campeonato».
«La cabeza te empieza ya a pensar en qué pruebas hoy en qué dónde mejorar, en qué curva y todo eso»
Pero Alex Márquez todavía no quiere vender todo el pescado. «Una consagración de un título es una felicidad enorme porque es la felicidad de un año entero. Una victoria es felicidad de un día, por decirlo de alguna manera. Y no convierte en que el objetivo del año se haya cumplido, sino que es un granito de arena más al objetivo que quieres hacer en temporada, entonces tampoco hay que estar muy feliz, estoy súper contento, pero al final el hambre del piloto es mejorar cosas y se pueden mejora cosas».
Alex tiene clara su mentalidad. «Ya la cabeza te empieza ya a pensar en qué pruebas hoy en qué dónde mejorar, en qué curva y todo eso. La felicidad, como digo, es absoluta, pero tenemos un campeonato por delante solo llevamos cinco carreras y aquí si ahora nos podríamos conformar y bajar un puntito el nivel, pero no es lo suyo. Lo suyo es seguir apretando, seguir vivo en nuestras opciones, no cambiar la mentalidad porque haya llegado una victoria, sino lo que hemos hecho hasta ahora, sacar el máximo en cada circuito que hemos sido. Como dicen en el equipo, el máximo puntos posibles, si puede ser una medalla o una copa, mejor, pero si no, no pasa nada. Y el seguir jugando en el campeonato es lo que nos mantendrá vivos».
Marc se ha alegrado más por su victoria que el propio Alex. «Yo creo que sí, yo creo que sí, yo creo que sí por cómo lo he visto en el ‘parc fermé’. Es verdad que se ha caído y que está muy enfadad pero por dentro tiene seguro ese sentimiento de hermano que seguro que está más contento que yo».
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