
Tras su imponente triunfo en Le Mans, Marc Márquez viaja ahora a Mugello con el objetivo de consolidar el liderato en el campeonato y lograr un buen resultado en el trazado italiano, el cual no se le ha dado especialmente bien históricamente. Por su parte, Jorge Lorenzo intentará dar un paso adelante que le permita luchar por los primeros puestos.
El campeonato del mundo 2019 sigue quemando etapas. Este fin de semana, con motivo del GP de Italia, el Mundial llega a su sexta carrera en un circuito histórico como es Mugello. Marc Márquez llega a tierras italianas como líder del campeonato, con tres victorias en su haber hasta la fecha. Sin embargo, Mugello es un circuito que nunca se le ha dado demasiado bien. Sin ir más lejos, uno de los pocos ceros que acumuló en 2018 se dio en este circuito, en el que se fue al suelo durante la carrera. Sin embargo, el de Cervera se muestra optimista de cara al fin de semana. «Me gusta el circuito, a pesar de que no siempre he logrado el mejor resultado. Si seguimos trabajando desde el viernes como en los últimos grandes premios, me siento con confianza para hacer una buena carrera», opina Márquez, que espera que, a diferencia de Le Mans, en Mugello la meteorología sí que respete a los pilotos durante el fin de semana.
El 93 no olvida que la cita de Mugello es una cita especial para varios de sus rivales. Ducati, con dos pilotos italianos en el equipo oficial, compite en casa, así como Valentino Rossi, que tiene la cita de Mugello marcada en rojo en el calendario. Sin embargo esto, lejos de amedrentar al vigente campeón, le hace tener altas expectativas respecto al espectáculo que se podrá ver en pista este fin de semana. «Nuestros rivales están siempre muy fuertes en este circuito: el domingo puede ser una prueba divertida», afirma el piloto del Repsol Honda.
Jorge Lorenzo vuelve al circuito que le vio resurgir
El circuito de Mugello ha sido escenario de grandes carreras y de momentos históricos. El último de ellos fue el año pasado con Jorge Lorenzo como protagonista. El mallorquín, que vio como perdía su asiento en Ducati pocos días antes de esta carrera, sacó fuerzas de donde no las había para lograr un espectacular triunfo en Mugello delante de los tifossi ducatistas para demostrar a los jefes de la fábrica de Borgo Panigale que no se le había olvidado ir en moto. En esta edición, la situación para Jorge no difiere demasiado. Su paso de Ducati a Honda no ha tenido el inicio que ni él ni la fábrica japonesa esperaban. Sin embargo, en Le Mans se vieron los primeros brotes verdes en la evolución del 99, a pesar de que el resultado el domingo no lo reflejara.

Es por esto que Lorenzo aterriza en Mugello con ganas de mantener esta línea y seguir haciendo progresos en su adaptación a la RC213V. «Hicimos un buen progreso en Francia con la configuración de la moto y pudimos estar mucho más cerca de los de delante. En el pasado he tenido un éxito similar en Mugello al de Le Mans, así que espero que sigamos mejorando nuestra posición», sostiene un Lorenzo esperanzado con su rendimiento para este fin de semana. Por otro lado, el campeón del mundo de 2015 no duda en agradecer a Honda el trabajo que está haciendo para acelerar su adaptación a la moto. Por ello, Lorenzo espera poder brindarles un buen resultado más pronto que tarde. «El equipo Repsol Honda ha estado trabajando muy duro y estoy seguro de que pronto podré conseguir algún resultado para agradecérselo», afirma.
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