Marc Márquez en la pista de Portimao con la Honda RC213V-S. Un día decisivo antes de los test de MotoGP en Malasia e Indonesia.
Marc Márquez, tras meses de espera e incertidumbre, por fin ha vuelto a subirse a una moto de competición. Ha sido en el circuito de Portimao con la RC213V-S, una auténtica MotoGP homologada para uso en carretera valorada en más de 200 mil euros, equipada con un motor de 999 cc que con el Kit Deportivo entrega 215 CV a 13.000 rpm y 118 Nm a 10.500 rpm. El multicampeón de Cervera rodará sobre la misma pista que han utilizado en los últimos días su compañero de box Pol Espargarò y su hermano Aleix. Se levantó temprano para conducir hasta el autódromo portugués en compañía de su hermano Alex, quien probablemente entrará en acción con el mismo modelo.
Back on track ? pic.twitter.com/YthKx2mUGO
— Repsol Honda Team (@HRC_MotoGP) January 16, 2022
Márquez vuelve a ser titular desde Portimao
El problema de la diplopía parece casi cosa del pasado. Los médicos le han dado luz verde para un entrenamiento con la moto de cross y ahora tendrá que ponerse a prueba con la alta velocidad. Una vez más eligió el circuito de Portimao, donde realizó pruebas privadas en 2021 antes de volver al Campeonato del Mundo. Tras la lesión de Jerez 2020, el ocho veces campeón del mundo se perdió las dos primeras carreras en Losail para volver, una vez más, al Algarve. Un recorrido sin duda completo y apto para volver al juego con sus altibajos.
Tras bajarse de la moto el catalán no ha podido evitar esbozar una sonrisa de alivio tras varias semanas complicadas donde incluso se ha puesto sobre la mesa la opción de no volver a subirse a una moto. “Estoy feliz de haber vivido la sensación de velocidad otra vez” , comentaba.
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