Nadia Padovani concedió una entrevista a Motorsport para hablar de cómo es su vida dirigiendo el Team Gresini.
El golpe trágico que se llevó la familia Gresini fue obviamente muy duro, pero nunca han tirado la toalla. Desgraciadamente, con el fallecimiento de Fausto Gresini en 2021, el equipo quedó sin dueño. Ahí es cuando Nadia Padovani, la esposa de Fausto, cogió la batuta y empezó a dirigirlo para que el proyecto siguiera hacia adelante, eligiendo Ducati como fábrica para las dos motos.
«Fue una elección que se impuso de inmediato, la mía y la de mis hijos mayores. Era asunto de mi esposo, él lo había comenzado a lo largo de los años y estaba muy interesado en ello, y hubiéramos lamentado cerrarlo y enviar a casa a todas las personas que trabajaban allí», empieza a contar cómo fue el momento de seguir con el equipo.
«Hubiéramos lamentado cerrarlo y enviar a casa a todas las personas que trabajaban allí»
Los trabajadores del Team Gresini apoyaron a Nadia al 100%: «Puedo agradecer a todos los que ya estaban trabajando con mi esposo, que me ayudan mucho. Si hubiera estado solo, no habría estado en ningún lugar con equipos tan importantes. No puedes hacerlo solo, tienes que estar rodeado de personas realmente confiables».
«Claramente no conocía toda la dinámica de la empresa. Me decía lo que estaba pasando, pero yo no sabía todos los detalles de lo que tenía que hacer para que estas cosas sucedieran», añade Nadia. «Así que inmediatamente después de su muerte, comencé a ir a la fábrica y a pasar mucho tiempo allí hablando con todas las personas que formaban parte de Gresini Racing», comentó.
«No puedes hacerlo solo, tienes que estar rodeado de personas realmente confiables»
Como bien dice Nadia, es la única que dirige un equipo en MotoGP. «No hay otra directora de equipo femenina en MotoGP, así que también tener que hablar con los gerentes de los otros equipos… Al principio estaban un poco indecisos, no sabían exactamente si me aceptarían o no. No fue fácil, porque siempre está la mentalidad masculina, pero poco a poco, al verme venir a los Grandes Premios, empezaron a conocerme», desveló estas pequeñas complicaciones que son una realidad en el Mundial.
A su vez, Fausto en su momento quiso dejarlo, concretamente con los accidentes de Kato y Simoncelli: «Con Daijiro, se levantó y quiso continuar con el negocio. Después de la muerte de Marco, durante siete u ocho días ni siquiera quiso levantarse de la cama. Él dijo: ‘Ya es suficiente, me detengo allí, no puedo hacer este trabajo porque es terrible ver a estos jóvenes morir así…’ Quería parar, pero le dije que incluso si cerraba el negocio y dejaba de dirigir a estos jóvenes, irían a otro lugar, a otro equipo», contaba Nadia. (Fuente: Léna Buffa, 22/03/2023, Motorsport)
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