
KTM es una de las fábricas crecientes de MotoGP, después de cuatro temporadas en la categoría reina. En el proyecto, Dani Pedrosa se ha convertido en uno de los hombres de peso, destacado en el círculo interno de la fábrica por trabajar pensando en los demás pilotos.
KTM se abrió paso en MotoGP en 2017, mientras las fábricas tradicionales como Honda, Yamaha o Ducati peleaban por los primeros puestos. Al mismo tiempo, proyectos como el de Suzuki o KTM querían emprender un firme crecimiento en la categoría reina. El proyecto de la marca austriaca nace con su propia filosofía, con la intención de asentarse conociendo sus puntos fuertes, y llegar a lo más alto. Tres años después pierden las concesiones en MotoGP y logran sus primeras victorias en la categoría.
De esta manera nace un equipo que está tomando fuerza, y se ha convertido en un habitual de las primeras posiciones. Un proyecto volcado con sus pilotos, que para Sebastian Risse «que nuestro objetivo sea que los pilotos se sientan cómodos, es uno de nuestros puntos fuertes», asegura en una entrevista en exclusiva para la revista Superbike Italia. Una vez teniendo los cimientos de la fábrica en MotoGP, su evolución ha ido creciendo favorablemente temporada tras temporada.
Con un primer podio en 2018 de Pol Espargaró en la última carrera de la temporada, las esperanzas de la fábrica aumentaron de forma considerable. Durante 2019, los resultados no terminaron de consolidarse, pero las sensaciones de sus pilotos eran señal de que una mejoría estaba aflorando. «Como comprobamos por los comentarios de nuestros pilotos en los entrenamientos después de Valencia 2019, nuestras elecciones habían dado resultado. Íbamos en la dirección correcta«.
Para Mike Leitner, empezar el proyecto de KTM fue tenso, puesto que venía de HRC acostumbrado a sumar numerosos éxitos cada año. Aunque atravesando un largo y duro recorrido, en 2020 pudieron ver los resultados que tanto tiempo llevaban esperando. La primera victoria de KTM en MotoGP con Brad Binder. «Volver a sentir esa sensación era fantástico. Imagínate, empezar de la nada y en sólo cuatro años ganar un GP a lo grande y no por accidente. Fue una gran recompensa para todos los que trabajaron tan duro en el proyecto. Binder triunfó, incluso haciendo la vuelta más rápida. Luego, cuando llegó la segunda victoria de Oliveira, nos dimos cuenta de que, bueno, tal vez no eran sólo golpes de suerte«.

Detrás del trabajo visible de la fábrica, también hay un largo esfuerzo por parte de Dani Pedrosa. El piloto probador de la marca austriaca, ha conseguido sacar lo mejor de la KTM desde su llegada. Según Leitner: «Hay mucho mérito en Pedrosa. Dani es uno de las figuras claves del proyecto. Pero también hay que decir que en los primeros años desarrollamos la moto casi sólo en los fines de semana de carrera. Al principio no teníamos la capacidad ni la experiencia para hacer pruebas en profundidad. Desde que llegó Dani, la moto está lista para correr a ese nivel. Ha desempolvado muchos detalles, y también tenía una idea muy clara de cómo debía evolucionar la moto, qué debían hacer los ingenieros. Tuvimos discusiones muy largas para entender qué puntos creía que había que mejorar».
Aspecto positivo sobre la actitud de Dani Pedrosa. «Creo que es apropiado hacer una distinción en esto. Dani es una persona muy inteligente con mucha experiencia. Si hubiera trabajado para crear una moto que se adaptara a él y a su peso, habríamos tenido problemas con otros pilotos. Pero nunca pensó así, siempre trabajó para hacer una moto adecuada para todos. Más de una vez dijo ‘esta no es la dirección perfecta para mí, pero sé que el 90% de los otros pilotos pueden ser más rápidos así», reconoce Risse.
Pese a las complicaciones durante los primeros años, incluso con lesiones. La dirección tomada por parte de KTM parece haber sido la indicada, tanto como para devolver la ilusión a todo el completo tanto del equipo oficial, como del equipo satélite de cara a 2021. «Para 2021 tenemos dos fantásticos pilotos, para aspirar a un campeonato hay que ganar varias carreras. Creo que Brad, como rookie, aprendió mucho en 2020. Este año ya será un piloto de MotoGP con mucha más experiencia. Lo mismo ocurre con Miguel, que pasa al equipo de fábrica, creo que es un gran talento».
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