Al igual que la famosa raza de perros germana, la Suzuki GSX 750 S es una moto que, sin destacar en nada en concreto, sobresale en todo. Una moto brillante, a pesar de haber llegado al mercado un poco tarde, respecto su competencia.
Genética
Si hace algo más de diez años, en vez de Kawasaki con su Z750, hubiera sido Suzuki con esta GSX 750 S la que hubiera salido al mercado primero, sin duda la de Hamamatsu se hubiera llevado el gato al agua. Y hubiera sido algo completamente posible, ya que esta GSX-S equipa la base de motorización de su antecesora GSX-R de 2005. Aunque es cierto que quizás entonces no hubieran sido capaces de adaptar esta base a lo que se quería obtener en la versión naked. Con un cambio de inyectores, escape y electrónica, la GSX-S de 112 CV, ofrece una entrega de potencia mucho más lineal y plana. De hecho, es una de sus mayores virtudes.
Volviendo a los canes, el Pastor Alemán no es el perro más inteligente. No es el más rápido, ni el de mejor carácter. Sin embargo, queda en segunda posición en la mayoría de las calificaciones entre otras razas. La GSX-S no es la más moderna de las naked, ni la más agresiva, o incluso no es la más potente. El pasar desapercibida entre otros diseños más estridentes, buscando siempre una innovación que resultaría caduca con el paso del tiempo, puede ser también una gran virtud. Es una moto completamente válida para todo uso. A diario no irás llamando la atención, allá por donde pases. Pero quien se fije en sus líneas podrá apreciar unas dimensiones muy proporcionadas, para una moto con una distancia entre ejes de tan solo 1455 mm.
Al ataque
Esta geometría la convierten en una moto muy ágil, una vez comenzamos la marcha. Sus 212 kg en lleno, se muestran livianos, como si se tratara de una moto de un segmento inferior. Entre el tráfico se desenvuelve con soltura. Pero es a la hora de sacarle jugo a sus prestaciones, cuando se aprecia lo equilibrado del conjunto. El motor, que suena realmente discreto en bajas, pero que empieza a aspirar con contundencia a partir de las 6.000 rpm, ruge con furia cuando buscamos sus límite en lo alto del cuenta revoluciones. El desarrollo, más corto que en su antecesora R, le viene como anillo al dedo, consiguiendo una velocidad punta más que aceptable para una naked y los tiempos que corren.
Cuando toca detenerla, el conjunto de frenos Nissin de 310 mm, de anclaje radial y ABS, sin ser los que más frenen del mercado, paran la moto con eficacia. De sobra, podría decir, para el tipo de moto que es. Incluso en una esporádica intrusión en circuito, los frenos ofrecerán potencia suficiente como para sentirte piloto por un día. Y es que esta naked, sin aparentarlo por fuera, tiene ciertos tintes de deportiva en sus genes, que no puede llegar a ocultar del todo. El tarado de sus suspensiones, punto en el que pecaban sus antecesoras GSR, es también del todo correcto y aun buscando los límites, cumplen con creces su cometido.
Polivalencia
Es una moto suave, lineal y discreta en el día a día. La cual también te ofrecerá diversión a raudales cuando le busques las cosquillas. Y si la ocasión lo merece, un sufrido pasajero podrá disfrutar de la diversión, si es necesario. Este último, subido en la tribuna del asiento de atrás, no tiene la postura más propicia si queremos afrontar una larga jornada a su lomo. No es esta una de sus virtudes, precisamente. Lo mismo ocurre con sus piñas de mandos, completamente funcionales y capaces de realizar todas las funciones, pero algo estancadas en el tiempo.
El display, completamente digital y de un diseño muy minimalista, ofrece una información clara y completa. El manejo del control de tracción, de dos posiciones y desconectable, se hace desde el pulsador de la piña izquierda. Este no es apenas intrusivo y tan solo en los límites de adherencia del neumático trasero, siendo realmente brusco con el mando del gas, entra en acción, cumpliendo con un plus de seguridad que el conductor inexperto agradecerá. Y es para este tipo de conductor para el que Suzuki ofrece una versión A2 de esta GSX-S, saliendo del concesionario limitada a 48CV y permitiendo su delimitación posterior, quedándose ésta en 95.
La opinión subjetiva
Nos gusta
- Respuesta del motor
- Acabados
- Polivalencia con toques deportivos
No nos gusta
- Asiento del pasajero
- Piñas de mandos
En definitiva, este Pastor Alemán, equilibrado, divertido y cumplidor, juega con la mejor baza de todas: no ser la mejor en nada, pero la ganadora en la media de puntuaciones. Con un precio de 8.899€ en promoción, podría haber sido el líder indiscutible de ventas hace bien poco. Aunque todavía está a tiempo de conseguirlo.
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