
La Yamaha Niken GT supone un nuevo referente en el mundo de la moto.

Llevo mucho tiempo esperando la oportunidad de probar este “cacharro” que vi por primera vez en el EICMA de 2017 y que suponía un nuevo referente en el mundo de la moto. Ninguna marca se había atrevido, hasta ahora, a fabricar en serie una moto con tres ruedas y sin la menor concesión a la posibilidad de conducirla con carnet de coche. No te equivoques, la Niken es una moto seria, para pilotos con experiencia y, debido a sus 115CV, ni siquiera puede limitarse para usuarios del carnet A2.
Esta nueva , es la primera moto con tren delantero de dos ruedas que llega al mercado y que cuenta con un sistema alternativo de suspensión delantera denominado con el acrónimo LMW “Leaning Multi Wheel System” ofreciendo un comportamiento sobresaliente y una confianza de paso por curva que te hace pensar que has crecido como piloto. Sólo necesitas abrir tu mente y olvidarte de que conduces un vehículo de tres ruedas.

No cabe duda alguna de que lo más espectacular es su imponente tren delantero, aunque no deja de ser una evolución del sistema que la firma de los tres diapasones viene empleando desde hace años en su Tricity, obviamente redimensionado para hacer frente a las prestaciones de un motor de mayor calibre. Este revolucionario sistema, va anclado a un bastidor híbrido, con la pipa de dirección fabricada en acero fundido, mientras que el basculante es de aluminio, con un bastidor principal que conecta ambos conjuntos confeccionados en tubo de acero, está formado por un paralelogramo articulado, montado de forma perpendicular al eje longitudinal de la moto.
Incluye dos barras, superiores e inferiores, que se mantienen siempre paralelas al suelo, con dos barras en los lados cortos del paralelogramo que van paralelas al chasis de la moto. En esos lados cortos se montan una especie de tijas que soportan las cuatro horquillas invertidas, dos a cada lado, de 41mm las delanteras –guías, exclusivamente- y 43mm las delanteras, que son las que montan los mecanismos hidráulicos y reglajes de precarga, compresión y extensión. Éstas, al ir montadas en el exterior de la estructura, permiten hasta 45º de inclinación.
Su diseño garantiza la agilidad de una moto de corte deportivo

El giro del manillar se trasmite a las ruedas mediante una barra de dirección “Ackermann” que se une a las horquillas. El sistema está diseñado para permitir que la rueda que queda en el interior se cierre más que la exterior, de forma que da un tacto natural al girar. Todo el conjunto se monta sobre rodamientos de alta calidad. El justo grado de resistencia, rigidez y flexibilidad permite a este diseño híbrido mejorar la sensación natural y de aplomo del tren de doble rueda delantero, y garantiza la agilidad de una moto de corte deportivo con una conducción excelente.
En la parte ciclo, nos encontramos con elementos como las dos llantas de 15″ delanteras equipadas con neumáticos 120/70R15 V, desarrollados especialmente para este modelo, una medida que busca permitir esos 45º de inclinación y aportar sensación de agilidad, y otros conocidos como el amortiguador trasero Kayaba asistido por bieletas, regulable también en precarga y extensión (la precarga va con mando remoto para hacerlo de forma rápida y cómoda). El neumático trasero tiene una medida de 190/55 R 17. En cuanto a los frenos, se emplean dos discos delanteros de 298 mm (uno en cada rueda) con pinzas de cuatro pistones, y un trasero de 282 mm.

Estéticamente no falta innovación
Como ya has descifrado, el propulsor que se ha trabajado para adaptarlo a la Niken es el 3 cilindros de 847 cc de la superventas MT-09, la Tracer 900 o la XSR900. Entrega 115 CV a 10.000 rpm, con un par de 90,7 Nm a 7.000 rpm. Por supuesto, emplea todas las tecnologías conocidas de este motor: cigüeñal «crossplane», toberas verticales, cilindros desalineados o embrague antirrebote. En definitiva, un motor de los más usables y eficientes del mercado.
En cuanto a la carga tecnológica, esta Niken utiliza todas las asistencias electrónicas de la marca japonesa. Un ejemplo de ello es un selector de mapas de motor con tres opciones, control de tracción TCS, control de crucero y un «quick shifter» para subir y bajar marchas que se activa por encima de 20 km/h y de 4.000 rpm y embrague asistido antirrebote (A&S). También dispone de un asistente para las salidas que “revoluciona” hasta el punto ideal, el motor en las arrancadas en primera. El ABS aporta el plus de seguridad y confianza que necesita una moto con un peso superior a los 260 kilos.

En la parte estética nadie puede decir que falte innovación, e incluso cierto atrevimiento. Te van a acribillar a preguntas sin preliminares: ¿Qué tal va? ¿Se puede dejar fija al aparcar? ¿Se puede conducir con el carnet de coche? ¿Cuánto cuesta?… Y es que Yamaha siempre ha sabido mirar hacia el futuro con el objetivo de desarrollar tecnologías originales y excitantes, y de aportar conceptos radicalmente nuevos.
Todo responde a la perfección y es más ágil de lo que parece
El asiento de la Niken está colocado a 820mm del suelo, es decir, al alcance de casi cualquier talla de piloto. En contra de lo que pudiera parecer, moverla en parado es más sencillo de lo que parece. El manillar ancho y la estabilidad en parado de una doble rueda delantera lo hacen posible.
Comenzar a rodar con la Niken es, más que nada, un reto para tu mente. Debes olvidarte de lo que hay bajo del gran carenado y disfrutar de las sensaciones. Desde el primer momento sorprende la precisión y la fidelidad con la que sigue la trazada. Inclina sin el menor esfuerzo y hay una menor transición de pesos en aceleraciones y frenadas.
En pocos minutos te has acomodado y desaparecen todos los prejuicios que pudieras haber forjado en tu mente sobre un artefacto de tres ruedas y en las primeras paradas inconscientemente trato de quitar el freno de mano y el bloqueo del eje delantero, como en el Piaggio Mp3, el Peugeot Metropolis o en cualquier representante de la familia Quadro. Y no, no existe ninguno de estos elementos. A ver, David, ¡ponte en modo moto-moto!

En ciudad hay que tenerlo claro, aunque no es más incómoda que cualquier moto de mediana-gran cilindrada, siento que la estoy desaprovechando. Eso sí, como resulta algo ancha, tampoco invita a meterse por zonas muy estrechas. Saliendo de la gran urbe supone todo un balón de oxígeno… y aire frío, porque el semicarenado protege mejor de lo que creía, aunque la pantalla, como decía antes, es muy baja para la aburrida autopista. En este territorio el único límite, el de los 45º de inclinación, es otra de las excusas que dejan de servirte para convencerte de que la Niken no es para ti.
Puedes tumbar, sin miedo, y seguir tumbando, incluso cuando los avisadores de las estriberas emiten sus agudas quejas sobre el asfalto, con la seguridad de dibujar la trazada perfecta. La suspensión sorprende para bien en baches, badenes/resaltos… y, en curvas muy cerradas, aumenta mi confianza a medida que noto que todo responde a la perfección y es más ágil de lo que parece.

Sensaciones de conducción inimaginables
Yamaha ha acertado; y no sólo con este innovador sistema de tren delantero de doble rueda, lo ha hecho también al acoplarlo a uno de los motores más conseguidos del mercado que, sin ser de los más potentes, sí que es de los más utilizables del panorama actual de la moto. El conjunto es efectivo a pesar del engorroso y voluminoso entramado de levas y bieletas del tren delantero. A cambio ofrece un comportamiento sobresaliente, tanto en recta como en curva y con una posición de conducción tan cómoda que los kilómetros se suceden sin el menor signo de fatiga para el piloto.
Que nadie piense que conducir la Niken es algo así como conducir una moto de nieve o algo parecido, esta Yamaha Niken GT es, se siente y se pilota como cualquier moto y es igual de divertida y de efectiva, nada de sensaciones anormales o de periodos de adaptación. El motor CP3 de Yamaha es un viejo conocido que empuja sin inmutarse en cualquiera de las 6 relaciones de su cambio. Pero tampoco te voy a contar más de cómo funciona este propulsor ya que esta suficientemente alabado. Pero si quiero hacerlo del tren delantero que destaca en las frenadas ofreciendo una potencia y control, excelentes, y eso que la confianza que ofrece te hace llegar más rápido a la siguiente curva dando diversión y seguridad en la conducción.

Como te decía al comienzo, tenía muchas ganas de subirme a la Niken y explorar este concepto de Yamaha, y la experiencia no pudo ser más positiva. La Niken permite un paso por curva al alcance de muy pocas motos, pero además lo hace con mayor seguridad y con menos esfuerzo para el piloto. Es una moto realmente cómoda que invita a no parar hasta que los 18 litros de su depósito se acaben.
Yamaha ha arriesgado mucho, pero ha remodelado una motocicleta que ofrece unas sensaciones de conducción inimaginables y un extra de confianza que sólo podrás descubrir poniéndote a los mandos de la Yamaha Niken.
Equipamiento: Casco Arai, Chaqueta Macna, Pantalones Macna, Guantes Macna, Botas Dainese.
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