
Remy Gardner afronta su segunda temporada en WorldSBK con sensaciones cada vez mejores.
El salto de MotoGP a WorldSBK de Remy Gardner fue algo bastante forzado. Sin embargo, el australiano se está adaptando de maravilla a la categoría de las derivadas de serie. El piloto del GRT Yamaha continúa mejorando sus sensaciones; y mientras que el año pasado se quedó a las puertas del podio, esta temporada ya sabe lo que es subir al cajón.
Sin embargo, llegar a un campeonato totalmente diferente no fue fácil para Gardner, según declaraciones recogidas por el medio GPOne. «Tuve que asimilar muchas cosas. Casi me sentía como si estuviera empezando de cero, aprendiendo todo de nuevo. Porque la mayor parte de lo que sabía de las motos de Gran Premio no se aplicaba aquí, y eso significaba que si teníamos algún problema, tardaba un poco más en solucionarlo con los chicos del box, porque todo era nuevo para mí», recordaba el piloto.
No obstante, el australiano logró dar un paso adelante hacia mitad de la temporada, mejorando sus resultados. «Empecé a entender mejor lo que se necesita aquí. Cómo sacar lo mejor de la Yamaha, de los neumáticos Pirelli, de la electrónica y de todo. Siento que estamos empezando a hacerlo bien y el podio [en Assen] lo demuestra, pero por supuesto ¡siempre quieres más!», ha contado.
«La diferencia entre una MotoGP y una Superbike no es enorme»
El de Yamaha explicaba además las diferencias entre las Superbikes y las MotoGP. Además de la potencia y los frenos, otro de los puntos clave son los neumáticos. «El neumático Pirelli tiene un gran agarre al principio, pero se desgasta muy rápido, así que tienes que cuidarlo hasta el final, lo que es un arte en sí mismo. En MotoGP, sinceramente, puedes ir prácticamente a fondo durante la mayor parte de la carrera y seguir siendo muy fuerte al final. Obviamente, también hay un cierto nivel de gestión de los neumáticos en MotoGP, especialmente en algunos circuitos, pero no es como en el Mundial de Superbikes”.
«Eso significa que tienes que enfocar la carrera de una manera completamente diferente. A una vuelta, la diferencia entre una MotoGP y una Superbike no es enorme, pero a lo largo de la carrera sí lo es. Es un estilo de pilotaje completamente diferente y, si tengo que ser honesto, me llevó un tiempo entenderlo», afirmaba Gardner.
Aún así, el piloto no se arrepiente del camino que tomó. «Creo que en el Mundial de Superbike el piloto puede pilotar la moto un poco más. En MotoGP, básicamente, tienes una moto X y una forma en la que tienes que pilotarla. Yo diría que en MotoGP hay carreras más técnicas que en Superbike, que quizás son más carreras en el sentido tradicional. Es un poco más codo con codo, lo que es bueno y malo a la vez, ¡pero a mí personalmente me gusta!», finalizaba.
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